miércoles, 16 de mayo de 2018

LA FDA APROBÓ EL USO DE LUCEMYRA PARA TRATAR LA ADICCIÓN A OPIOIDES.

          Como es sabido, en USA existe una lucha sin cuartel contra la adicción a opioides, problema que afecta a tantos pacientes, que dicha adicción se considera una epidemia. La FDA (Food and Drug Administration) pelea en esta guerra tratando de cubrir todos los frentes. El objetivo principal es disminuir la exposición de los pacientes a opioides y de esa forma se evita el desarrollo de nuevas adicciones. 

Hoy 16 de Mayo, la FDA lanzó una nueva arma, ya que aprobó al medicamento Lucemyra (hidrocloruro de Iofexidina) para la mitigación de los síntomas de abstinencia a fin de facilitar la interrupción abrupta de los opioides en adultos, aunque con algunas restricciones. Pues si bien  Lucemyra puede disminuir la gravedad de los síntomas de abstinencia, es posible que no los evite por completo y sólo se aprueba para tratamientos de hasta 14 días.

Al igual que todos los medicamentos, Lucemyra posee efectos secundarios, los más comunes son hipotensión (presión arterial baja), bradicardia (ritmo cardíaco lento), somnolencia (sueño), sedación y mareos. Además se asoció con algunos casos de síncope (desmayo). Lucemyra afecta la actividad eléctrica del corazón, lo que puede aumentar el riesgo de arrítmias. Por el contrario, al detener el tratamiento con Lucemyra, los pacientes pueden experimentar un marcado aumento en la presión arterial. La seguridad y eficacia de Lucemyra no se ha establecido en niños o adolescentes menores de 17 años. Después de un período sin usar medicamentos opioides, los pacientes pueden ser más sensibles a los efectos de cantidades más bajas de los mismos en caso de recaída, y tomar opioides en cantidades que se usaron antes de retirarse de su consumo puede provocar una sobredosis y la muerte.

La FDA exige 15 estudios de diverso tipo posteriores a la comercialización,  para poder determinar si Lucemyra podrá ser usado en tratamientos a largo plazo y si es seguro para niños.

En buenas cuentas, una gran noticia, ya que aumenta el arsenal terapéutico del que disponen los médicos para tratar estos cuadros de adicción a opioides, y una buena perspectiva para los adictos que quieren salir del foso y que necesitan ayuda.